jueves, 3 de septiembre de 2009

David Ogilvy


David Ogilvy desarrolló sus principios siendo muy joven en la carrera y nunca se desvió de ellos. Siempre ha creído que la función de la publicidad es ayudar a vender y que es posible definir las técnicas mediante las cuales se logran más ventas. En su compañia el tenia el pensamiento de que se debían hacer dos cosas, cuidar marcas y enseñar a jóvenes publicistas.

Su aporte a la publicidad es enorme y a través de sus “Ogilvismos” ha marcado una tendencia y una forma mucho más personal de ver la publicidad.

En total son 50 "Ogilvismos", algunos de ellos son:


Nunca publique un anuncio que no quisiera que viera su propia familia.


Nunca compita con su agencia en el área creativa. ¿Para qué tener un perro y ladrar uno mismo?


La mejor forma de obtener nuevas asignaciones es crear para sus clientes actuales el tipo de publicidad que atraiga nuevos clientes.


Si empleamos personas más pequeñas que nosotros, terminaremos siendo una compañía de enanos, Si empleamos personas más grandes que nosotros, nos convertiremos en una compañía de gigantes.


Motive la innovación. Los cambios son la sangre que nos da vida. El estancamiento es nuestra muerte.


El entrenamiento no debe ser destinado sólo a los aprendices. Debe ser un proceso continuo y debe incluir al personal profesional completo de la agencia. Cuanto más aprenda nuestra gente, más útil podrá ser para nuestros clientes.


David Ogilvy fue un líder renombrado y respetado en la industria publicitaria durante décadas, creador de algunas de las campañas publicitarias más memorables del mundo, como "El hombre de la camisa Hathaway" y "Capitán Schweppes".


La visión que nos entrega David Ogilvy de la publicidad es la búsqueda constante de la creatividad a través de las cosas simples y cotidianas; el trabajo duro e innovador,y por cierto, la diversión ya que:


“Sin diversión no se puede producir buena publicidad”.

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